Receta de Tiramisú al Estilo de Lili

Vamos a preparar un tiramisú que enamora al primer bocado, perfecto para compartir o, ¿por qué no?, para disfrutarlo uno mismo en esos días que necesitamos un mimo al alma. ¡Manos a la obra!

Lilibeth Sanchez

2 min read

¡Hola, corazones! Soy Lili, desde mi dulce rincón venezolano, y hoy les traigo un pedacito de Italia con un toque muy nuestro.

Ingredientes:

  1. 6 yemas de huevo

  2. 100g de azúcar

  3. 1 taza de café negro fuerte, ya saben, como nos gusta a los venezolanos

  4. Un chorrito de ron, para darle nuestro toque

  5. 500g de queso mascarpone, esa cremita del cielo

  6. 200ml de crema de leche, batida hasta tener picos suaves

  7. Bizcochos de soletilla, suficientes para cubrir nuestro molde

  8. Cacao en polvo para decorar, ese toque final que lo dice todo

Utensilios:

  • Batidora, porque vamos a querer esa mezcla suavecita

  • Un bol grande, para combinar amor y sabores

  • Molde rectangular, nuestro lienzo en blanco

  • Espátula, la extensión de nuestras manos

  • Varillas, para batir con pasión

Procedimiento:

  • Batimos las Yemas: Empezamos batiendo las yemas con el azúcar hasta que se pongan pálidas y cremosas.

  • Incorporamos el Mascarpone: Añadimos el mascarpone y batimos hasta que la mezcla sea homogénea.

  • El Café: Mezclamos el café ya frio con un poquito de ron, para darle ese sabor único.

  • Montamos la Crema: Batimos la crema de leche hasta que esté firme y la incorporamos suavemente a nuestra mezcla.

  • Armamos el Tiramisú: Mojamos los bizcochos en la mezcla de café y los colocamos en el fondo del molde, cubrimos con nuestra crema y repetimos hasta llenar el molde.

  • Refrigeración: Lo llevamos al refrigerador por unas horas, mejor si es toda la noche.

  • Decoración: Antes de servir, espolvoreamos con cacao en polvo.

Anécdota para degustar:

Una tarde, intentando recrear este tiramisú para una reunión familiar, terminé con un desastre en la cocina, café por un lado, mascarpone por otro, y yo, en medio, sintiéndome un poco derrotada. Pero, como buena venezolana, sé que después de la tormenta siempre viene la calma. Decidí empezar de nuevo, paso a paso, con más amor que prisa. Y ahí estaba, ese tiramisú no solo se convirtió en el alma de la fiesta, sino también en un recordatorio de que, en la vida y en la cocina, a veces hay que desordenarse para crear algo maravilloso.

Este tiramisú, al final, es mucho más que un postre; es un viaje de sabores, esfuerzo y pasión, un recordatorio de que las cosas buenas requieren tiempo, dedicación y, por supuesto, un poco de nuestra esencia.

Y ahora te pregunto, ¿estás listo para desordenarte un poco y crear algo extraordinario? ¡Vamos, anímate a preparar este tiramisú y comparte tu experiencia! ¿Quién sabe qué maravillas descubrirás en el proceso?